En la finca de El Batán, muy cercanas a la naturaleza, llegamos a juntarnos hasta 200 personas de procedencia muy variada. La gran mayoría éramos mujeres, aunque también había hombres, que se dedicaron a tareas de intendencia y domésticas en los tiempos de actividad no mixta. Eran las II Jornadas Ecofeministas que celebramos los días 20 y 21 de octubre de 2018 desde el área de ecofeminismo de Ecologistas en Acción y en colaboración con el grupo “Somos”, de Garaldea.

El programa recorría pensamientos y experiencias diversas que cruzan o atraviesan ecologismo y feminismo. Desde la mesa de miradas que hacía un recorrido por la salud, el urbanismo y la identidad relacional de las mujeres, pasando por la agroecología con enfoque feminista, la experiencia de las mujeres kurdas de Jineology y otra media docena de experiencias lejanas (latinoamérica) o próximas (la PAH, energía, el SAT o las mismas habitantes de Garaldea) Todas nos abrieron ventanas a formas de hacer más compatibles con la vida, la dignidad y la justicia.

La presencia de mujeres del “sur”, de sus luchas en sus territorios de origen (Nicaragua o terrritorio Mapuche, Kurdistán) como en nuestra tierra (las jornaleras marroquíes de la fresa) marcó estas jornadas. Pero también destacamos esa presencia de experiencias próximas en las que conocimos a mujeres activistas del ecologismo social, ganaderas, sindicalistas del campo, o creadoras de proyectos de convivencia y autogestión

Y en medio momentos de teatro y de música para reir y reflexionar, con Kancaneo, Malezas y con Alicia Ramos.

Sabemos una cosa: que cuando abrimos el micrófono para que las mujeres cuenten experiencias aparece una diversidad amplia, valiosa y desconocida.

Nuestro plan para el próximo año (pendiente de retocar): reír, reflexionar, denunciar, reconocernos y ganar fuerzas.

En el horizonte está continuar conociendo y reconociendo estas prácticas y esta lectura del mundo ecofeminista, ahora aún más necesaria.

[Texto cedido por la comisión de ecofeminismos de Ecologistas en Acción]